Diez cosas que hacer en Dublín por menos de diez euros

Quizá la capital irlandesa sea una de las ciudades más caras de Europa, pero te aseguramos que es sorprendentemente fácil pasarlo en grande sin gastarse una fortuna. Hay galerías y museos gratuitos más que suficientes para que estés entretenido durante días, y un buen abanico de alojamientos y restaurantes para todos los bolsillos. Además, el ambiente de la ciudad, que es lo que de verdad la hace única, no se puede comprar con dinero. Si quieres visitar Dublín y tienes un presupuesto limitado, no te pierdas este artículo sobre cosas que hacer, ver y comer en la ciudad por menos de diez euritos.

Desayunar o tomar el brunch en Green 19

Desayunos contundentes en Green 19.

A pesar de ser una ciudad cara como ella sola, en Dublín es posible encontrar locales estupendos cuyos precios no harán que te tires al suelo de rodillas gritando “Señor, ¡¿por qué me haces esto?!”. Eso sí, lo de dar con un sitio donde sirvan un brunch decente y tengan platos por debajo de los diez euros no es tarea fácil, las cosas como son. Que conste que hemos dicho que no es fácil, no que sea imposible. Uno de los sitios que cumple los requisitos es Green 19. El desayuno completo irlandés cuesta diez euros, y es una opción estupenda para empezar el día con energía. Si decides ir un domingo, cuando tienen una carta de brunchcompleta, pide el revuelto mexicano o las tortitas de salmón (cuestan nueve euros cada uno). No hay mejor forma de empezar una jornada de turismo en la capital irlandesa. Créenos. Y, ya que nos ponemos a pedir, llévanos alguna vez como recompensa por recomendarte este sitio tan estupendo.

Hacer el tour gratuito por Dublín

La manera perfecta de conocer lo más destacado de Dublín. Fotos: Facebook.

Una vez más, cómo no, vamos a pregonar lo maravillosos que son los tours gratuitos a pie. El de Dublín, además, es de lo mejorcito que hay. Se trata de un recorrido de tres horas durante las que podrás descubrir su historia y sus lugares más emblemáticos. Nuestro consejo es que lo hagas al comienzo del viaje, para tener una primera impresión de cómo es la ciudad, y que lleves zapatos cómodos o deportivas. A las once de la mañana sale del Spire, en O’Connell Street, un tour que te lleva a conocer la parte sur, incluyendo el Trinity College, el Temple Bar, el Castillo de Dublín, los jardines Dubh Linn y la Catedral de la Santísima Trinidad. Si te quedas con ganas de más (o si la resaca no te permite madrugar tanto), a las tres de la tarde sale del mismo punto otro tour que recorre la zona norte. En este seguirás los pasos de los rebeldes irlandeses y conocerás historias de la ciudad desde el periodo georgiano hasta los años del Tigre Celta. Como siempre, no te olvides de dejarles una propina a los guías por su trabajo.

Visitar el Pequeño Museo de Dublín

El museo más pequeño y adorable de Dublín.

XAquí viene uno de mis lugares favoritos… El Pequeño Museo de Dublín lleva abierto desde 2011 y cuenta la historia de la ciudad a través de artefactos y objetos curiosos. Este museo es único: tiene un ambiente íntimo y especial, y todas las piezas expuestas han sido donadas por los propios dublineses. Cuando lo visitas, es como si estuvieras curioseando en la casa de la persona más fascinante que has conocido en tu vida. Las salas están repletas de fotos y cartas, Monster Munch (un popular aperitivo con forma de pies de monstruo) chapados en oro, pósteres, máscaras de gas, carteles antiguos y hasta una copia del Tratado anglo-irlandés de 1921. La visita guiada para un adulto cuesta solo siete euros si la compras el mismo día, y cinco si lo haces por internet. Hasta puedes llevar a toda la familia (dos adultos y dos niños) por ocho eurillos de nada.

El lugar perfecto para disfrutar de una pinta perfecta. Fotos: Facebook

Tomarte una buena Guinness

En Dublín es prácticamente un sacrilegio no tomarse una Guinness. Igual has oído que la Guinness tiene un sabor al que se le va cogiendo el gusto poco a poco, así que, si quieres acelerar el proceso, asegúrate de empezar con una buena pinta tirada como debe ser en un buen pub irlandés. En Dublín hay pubsestupendos para aburrir, pero, si tuviéramos que recomendarte solo uno, sería sin duda el Kehoe’s. Está a un paso de Grafton Street, es un sitio auténtico y tradicional, y cuando hace sol puedes tomarte la cerveza de pie en la calle con varios cientos de personas más como un auténtico dublinés. Las pintas cuestan cinco euros. Pídete dos, por eso de ir acostumbrando a tu paladar…

Dar un paseo por Stephen’s Green

Dublín puede ser un paraíso. Foto: William Murphy en Flickr.

La verdad es que esta recomendación depende mucho del tiempo, así que en invierno igual es mejor que la ignores. Pero, si hace sol y calorcito, no hay nada mejor que dar un paseo por el parque Stephen’s Green, uno de los rincones más maravillosos de la ciudad. Estará repleto de gente haciendo pícnics, pasando el día, escuchando música y maltratando al sol su pobre piel paliducha. Da de comer a los patos, huele las flores y vete a ver la estatua de Wolfe Tone en el extremo noreste del parque. Si te apetece, gástate los diez euros en un pícnic. ¿A que Dublín puede ser un verdadero paraíso?

Visitar Kilmainham Gaol

La antigua prisión Kilmainham Gaol. Fotos: Facebook.

Kilmainham Gaol es una parada obligatoria si quieres sumergirte en la historia de Irlanda, sobre todo en lo relacionado con el alzamiento por la libertad de 1916. En las visitas guiadas podrás descubrir el lugar en el que fueron encarcelados muchos de los participantes en la revuelta, y el patio donde fueron ejecutados los cabecillas. El tour de este lugar imprescindible y escalofriante cuesta solo cuatro euros. Los guías se conocen el lugar al dedillo y te contagian la pasión que sienten por esta antigua prisión y su historia. Las plazas se agotan enseguida, así que ve pronto por la mañana para no quedarte sin hueco (de momento, no se puede reservar por internet). El madrugón merece la pena.

Tomarte un café en Kaph

La fabulosa cafetería Kaph.

Y, ya que estás, pedirte un trozo de tarta, que solo se vive una vez. Kaph es una cafetería pequeñita, acogedora y maravillosamente modesta que sirve un café excelente y tartas y pasteles deliciosos (con opciones paleo para los fans de esta dieta). También tienen matcha lattes, otra opción interesante para los amigos de lo paleo. El local está en Drury Street, a unos minutos de Grafton Street, y es un sitio perfecto para recuperar fuerzas cuando tus pies están a punto de declararse en huelga después de todo un día callejeando por la ciudad.

Visitar el cementerio de Glasnevin

El cementerio de Glasnevin al atardecer. Foto: Facebook.

Sí, es un cementerio, pero te aseguramos que no da mal rollo. De hecho, es uno de los lugares más visitados de Dublín, y por un buen motivo. En el cementerio de Glasnevin reposan los restos mortales de muchas figuras imprescindibles de la historia irlandesa: Daniel O’Connell, Charles Stewart Parnell y hasta el mismísimo Michael Collins. Puedes hacer un tour autoguiado con un mp3 en el que unos guías excelentes te cuentan la historia del cementerio y del país. En el museo hay información sobre las personas que descansan en el cementerio, y además hay una pequeña cafetería. Si prefieres hacer un tour guiado, te costará doce euros. Aunque el precio se sale un poco del presupuesto, merece la pena gastarse esos dos euros de más.

Comer fish & chips en Burdocks

Lo mejor de la gastronomía dublinesa. Fotos: Facebook.

La verdad es que en esta lista podríamos recomendarte un sitio de moda, un restaurante de esos efímeros donde te sirven cócteles en tarros y la comida sobre cualquier cosa que no sea un plato. Pero no. Hoy te vamos a mandar a un sitio que es toda una institución y que lleva más de cien años sirviendo a los dublineses delicioso fish and chips. Tienen diferentes clases de pescado en el menú y la mayoría de ellos cuesta menos de diez euros incluyendo las patatas. Por cierto, en Burdock’s te sirven las bebidas en latas de aluminio y la comida envuelta en papel (así que en eso no se diferencian tanto de los locales más de moda de la ciudad). Si quieres saber lo que es bueno, pídete los crispy bits para acompañar.

Reírte a carcajadas en Stag’s Head

Comedia en estado puro. Foto: Facebook.

Hay muchos motivos para ir a ver The Comedy Crunch (los lunes por la noche en The Stag’s Head). No es solo un espectáculo de humor, sino uno decente. Y encima gratis. Además, lo puedes disfrutar en un pubestupendo que sirve Guinness (una noticia genial para todo aquel que siga empeñado en su misión de cogerle gustillo al sabor). Y, por si todo esto fuera poco, te dan helado gratis (esta gente está que lo tira). Aunque no tengas un presupuesto limitado, este sitio es imprescindible. No sé qué más se puede añadir sobre este lugar. Ah, sí: si piden donativos, dales unos euros. Están haciendo una labor encomiable, y todos queremos que sigan adelante haciéndonos reír y regalándonos helado.

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¿Tienes alguna sugerencia o idea, o no estás de acuerdo con algo de lo que hemos incluido en esta lista? Pues ahí tienes el apartado de comentarios esperándote.