Road trip en Ibiza: Calas, playas y atardeceres escondidos

Ibiza es un destino que ofrece multitud de posibilidades más allá de la fiesta. Calas, playas, atardeceres, gastronomía y muchas emociones a lo largo y ancho de los 210 kilómetros de costa que conforman esta perla del archipiélago balear.

 

Sin duda, la mejor manera de descubrir algunos de estos fantásticos rincones que esconde la isla, es gozando de la libertad que nos da alquilar un coche que nos permita recorrerla a nuestro aire.

 

Ibiza se asocia inevitablemente en el imaginario colectivo con una interminable vida nocturna de clubs que perpetúan la noche más allá del amanecer.

 

Pero… si uno se sale de la ruta habitual, existen infinidad de rincones poco transitados y lugares increíbles por descubrir. Súbete a nuestro coche y vente a conocer la cara B de Ibiza.

Tierra de calas y playas escondidas

Ibiza tiene más de 40 calas repartidas a lo largo de su costa, muchas de ellas son bien conocidas por la mayor parte de personas que visitan la isla, pero algunas son rincones mágicos y ocultos a los ojos del turista.

A pocos kilómetros de Sant Antoni, por ejemplo, se encuentra una de esas calas que merecen mucho la pena. Tras haber aparcado nuestro coche y llegar hasta la playa nos encontraremos con cala Salada, donde se entremezclan los locales y turistas.

 

Pero si seguimos el sendero bordeando los salientes, llegaremos a la siguiente cala, de nombre Saladeta, mucho más espectacular y también menos concurrida.

 

Y ya, para aquellos a los que les guste gozar de uno de esos lugares prácticamente remotos y exclusivos, tras escalar algunas rocas y realizar una pequeña caminata de una media hora, encontrarás cala Saladita, uno de los secretos mejor guardados a este lado de la isla.

La cultura y tradición de los pueblos ibicencos

Hay muchos pequeños pueblitos en donde vivir y saborear la verdadera tradición ibicenca. Santa Gertrudis de Fruitera es uno de ellos. En esta localidad rural del interior de la isla, las típicas casas blancas de Ibiza toman protagonismo.

 

Con un ambiente tranquilo, la plaza principal se convierte en punto de encuentro para visitantes y locales, los cuales se resguardan bajo las sombrillas para protegerse del sol en alguna de las terrazas mientras se refrescan con una cerveza y una buena conversación.

 

Destaca la iglesia que preside el centro y los famosos bocadillos de jamón a los que uno no puede resistirse si visita Santa Gertrudis.

Punta Galera, saltos al Mediterráneo

Calas perdidas en paisajes incomparables, es otra forma de definir Ibiza. Encajando a la perfección en dicha definición está Punta Galera, a las afueras de Sant Antoni. Uno de esos lugares que sólo conocen aquellos que habitan en la isla.

En Punta Galera, las rocas erosionadas dan lugar a unos salientes de cierta altura desde los cuales los más osados pueden zambullirse en el Mediterráneo. En las rocas es normal encontrarse un puñado de locales disfrutando del maravilloso enclave y del permanente sol que baña la costa.

Ciudad amurallada y arte urbano

Otro de los imperdibles es sin duda el casco antiguo amurallado de la ciudad de Eivissa y las vistas de la bahía desde su castillo, especialmente bonito al atardecer.

 

Sus murallas, construidas por mandato de Felipe II para defenderse de las invasiones del Mediterráneo, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

 

En su interior, un entramado de callejuelas y locales conforman el corazón y el pulso de una ciudad que nunca duerme.

Interesante resulta también la fusión con el arte urbano que empieza a estar cada vez más presente en múltiples lugares de la isla, en donde cada vez autores más consagrados vienen para plasmar sus obras.

Playa de Ses Salines

La playa de las Salinas es probablemente una de las más conocidas en Ibiza. Muchos la llaman “la playa de los famosos”, ya que en ocasiones se encuentran celebridades de distintos ámbitos en algunos de los chiringuitos y tumbonas a lo largo de la arena.

 

No obstante, si buscas la tranquilidad de algunas calas apartadas y no tan conocidas, no tendrás más que llegar al final de la playa hasta la última de sus construcciones y caminar unos 20 minutos entre pinos y sabinas bordeando la costa, hasta llegar a la torre de Ses Portes.

Durante el trayecto, podrás encontrar diferentes pequeñas calas en las que se practica el nudismo y maravillarte con las vistas de Formentera y Es Freus desde Ses Portes.

 

La torre recibe el nombre de Ses Portes (las puertas) ya que tenía funciones de defensa cuando divisaba los barcos piratas que venían desde Formentera.

Adrenalina

Pero no todo son playas y discotecas en Ibiza. Si buscas emociones fuertes y mucha adrenalina, en la playa de Sant Antoni encontrarás uno de los puestos de la compañía Take Off Ibiza en donde te ofrecen un amplio abanico de posibilidades.

Fotografía: Take Off Ibiza

¿Has oído hablar del Jet Boat 360º? Si quieres vivir una experiencia diferente, podrás realizar diversas actividades tales como el Jet Boat 360º, una lancha rápida capaz de ir a unos 40 nudos de velocidad intercalados con giros 360º y frenadas, todo ello acompañado con música.

 

Otras actividades que también se pueden practicar son el parasailing, el seabob (propulsor acuático con el que puedes sumergirte) o alquilar un jet sky, alternativas interesantes para vivir Ibiza de otra manera.

El chiringuito de Sa Punta

En Ibiza todavía quedan algunos de esos míticos chiringuitos de antaño. Uno de ellos es el de Sa Punta, situado en la cala del mismo nombre, y al que la gente suele referirse como “el chirinquito de María”, “el Everybody” o “el de María y Paco”.

Para llegar a él, hay que ir hasta la playa de Talamanca, y caminar hasta el final hasta ver un puñado de mesas y sombrillas literalmente al lado del mar.

 

Lejos de los focos y el glamour de otros lugares de la isla, el “Everybody” es una auténtica experiencia gastronómica ibicenca con encanto en peligro de extinción.

 

Entre las particularidades de este chiringuito, está su menú, que además de ser muy fresco es también sorpresa, ya que la carta dependerá de la pesca de cada día.

 

Entre sus especialidades está la sepia a la plancha, el atún, las gambas, la dorada o el lenguado, entre otros.

Atardecer en Es Vedrà

Hay muchos atardeceres memorables en la maravillosa isla de Ibiza, pero uno que se te quedará en la memoria es el que regala Es Vedrà. Es Vedrà es una isla protegida en donde los payeses, los campesinos de la isla, solían dejar pastando las cabras.

 

Para poder presenciar este atardecer habrás de conducir unos 30 minutos desde Ibiza ciudad por carreteras un tanto sinuosas pero con un paisaje espectacular con dirección a Cala D’Hort.

A este islote se le conoce popularmente como el dinosaurio, por la similitud de su forma con este animal prehistórico. Dicen los ibicencos que Es Vedrà es un lugar con mucha energía.

 

Subidos a lo alto de la torre del Savinar o del Pirata, según los lugareños, se puede apreciar el más bello atardecer de toda Ibiza. Una imagen inolvidable e imprescindible de la isla que no decepciona.

 

- Alberto Menéndez Sánchez