Sevilla, siete lugares en donde ir de tapas es un arte

La Azotea

Sin duda uno de los imprescindibles en Sevilla. Curiosidades de la vida, lo primero que llama la atención cuando pones un pie en la Azotea, es que paradójicamente no se encuentra en el último piso de ningún edificio sino todo lo contrario, a pie de calle. Lejos de los restaurantes de postín, es un local pequeño pero coqueto, con taburetes y una decoración fresca y cuidada. Nacido en tiempos de crisis, este novedoso concepto de gastrobar (entre restaurante y bar de tapas) ofrece una variada carta de bocados y raciones que están siempre en constante evolución. Los secretos de la Azotea son simples. Una atención cercana por un personal amable y unas tapas de la típica cocina andaluza “tuneada”, en donde la calidad del producto manda. Platos que te entran por la vista. En la Azotea no se reserva, sino que se atiende por orden de llegada y por lista.

Espacio Eslava

 

La sublimación de la tapa. El Eslava es uno de esos lugares de peregrinación obligatoria en Sevilla que casi no necesitan presentación para los lugareños a la hora del tapeo. Premiado en diversas ocasiones, tiene tapas originales y un servicio muy cuidado en donde se refleja todo el arte sevillano junto con una altísima calidad a un precio acorde. Recomendado es su menú degustación y algunas de sus creaciones que llevarán a tus sentidos a otra dimensión como por ejemplo: la yema de huevo sobre bizcocho de boletus y reducción de vino de Jerez, “el cigarro de Becquer” o las costillitas de miel. Creatividad gastronómica sin límites en el barrio de San Lorenzo.

El Perro Viejo

Decoración vintage y cocina de autor al servicio del paladar. En el Perro Viejo, las columnas de ladrillo descubierto y su cocina abierta a la vista del comensal son dos de sus principales señas de identidad. Situado en pleno centro de la capital andaluza, ofrece tapas y platos de “aquí y allá” mezclando la cocina internacional de vanguardia junto con otros sabores más tradicionales de la tierra. De su carta salen originales presentaciones y exquisiteces como por ejemplo las sardinas al bloody mary, un deliciosa presa ibérica o el pez mantequilla aunque la lista sigue. Eso sí, deja espacio para el postre y prueba sus torrijas con tiramisú para completar una experiencia memorable. Buen ambiente en un lugar en donde también es posible reservar mesa.

Porta Rossa

No busques pizzas en el Porta Rossa porque no las hay. Este fantástico restaurante italiano se distingue por una cocina más elaborada en donde su especialidad son el trabajo y la variedad de los diferentes tipos y platos de pasta “al dente” y carnes preparadas siguiendo las recetas tradicionales de la Toscana. Desde 1991 día en que abrieron sus puertas, sus dos dueños siguen viniendo al trabajo cada mañana como desde el primer día y desde entonces, han conseguido hacerse un hueco en los exigentes estómagos sevillanos. Los gnocchis caseros, la bistecca alla fiorentina y el hojaldre relleno de espárragos y queso de oveja al horno son algunos imprescindibles que te transportarán a algún lugar entre Florencia y Siena del que nunca querrás volver.

Ovejas Negras

Si lo tuyo son las tapas de siempre pero de otra forma, entonces pónte en modo “ON” con el concepto moderno y original del Ovejas Negras. En un ambiente joven e internacional, con una fórmula ganadora basada en productos de calidad, buena música y un buen trato y servicio, este local está llamado a conquistarte. Cuenta con una amplia y variada carta de tapas en donde brillan platos como la carrillada, el risotto, el wok de pollo y verduras o “el goloso”, su postre estrella. Tras la copiosa comida sorprende siempre la presentación del digestivo, un clásico limoncello frío servido en una probeta. El Ovejas Negras es un compendio de la cocina mundana con ese algo de más en forma de tapa que buen seguro te hará volver a disfrutar del picoteo.

Casa Robles

Para los amantes de lo auténtico y tradicional de toda la vida. A 50 pasos de la catedral en una de las zonas de abolengo de Sevilla, se encuentra el Casa Robles, todo un clásico. Funcionando desde 1954, comenzó como una pequeña bodega fabricando su propio mosto y hoy cuenta con más de 150 referencias nacionales e internacionales. Con una decoración sobria y el mantel de siempre, el Casa Robles recupera recetas tradicionales andaluzas y confecciona tapas como con sabores reconocibles como el rabo de toro, el revuelto de morcilla y jabuguito y varios tipo de arroces caldosos. En 2007 recibió un premio al mejor restaurante de España.

Los Palillos

Dicen que Sevilla huele a azahar, pero si estás por el centro es posible que lo que te llegue sea el aroma de la apetecible cocina de fusión de “Los Palillos”. ¡No lo dudes y entra! Aquí encontrarás uno de los soplos de aire fresco de gastronomía de la ciudad, una interesante mezcla de sabores “japo-andaluza”. Tienen sushi de calidad plasmado en su oferta de makis y niguiris, aunque merece la pena realizar una incursión hacia propuestas de sabores diferentes tales como las ricas gyozas o el fabuloso pulpo con mijas. Además la cuidada decoración del local al estilo oriental y su terraza te invitarán a vivir una verdadera experiencia culinaria.